En la industria alimentaria, el uso de separadores desempeña un papel fundamental para garantizar la seguridad y calidad de los productos alimenticios. Estos dispositivos están diseñados para eliminar partículas extrañas como metales, plásticos y vidrio de las materias primas y los productos alimentarios. Así se minimiza el riesgo de contaminación y se garantiza que los alimentos sean seguros para el consumo. Gracias a los separadores, se pueden alcanzar mayores niveles de higiene en los procesos de producción, lo que es esencial para evitar la propagación de enfermedades y mantener la pureza de los productos alimentarios.
El uso de modernas tecnologías de separación en la industria alimentaria no sólo protege a los consumidores, sino que también mejora la calidad de los productos y minimiza las pérdidas de producción. Esto permite a las empresas alimentarias cumplir los estrictos requisitos reglamentarios y normativos.
Podemos buscar en otras áreas además de la automoción o la ingeniería. Un gran ejemplo es el separador de placa magnética, también conocido como linterna magnética, instalado en una empresa azucarera. En este caso, este particular separador ha demostrado su eficacia a la hora de separar el azúcar cristalino de las impurezas no deseadas, teniendo en cuenta que la fracción de azúcar alcanza un tamaño de 0,6 mm.
Este tipo de separador magnético está perfectamente alojado en un tubo de 200 mm de diámetro y es capaz de procesar entre 25 y 30 toneladas de azúcar cristalino en el transcurso de una hora. Para separar un material tan fino fue necesario utilizar una versión especial del separador equipada con los imanes de neodimio más potentes. Gracias a este diseño, el separador alcanza una inducción magnética extremadamente alta de 7500 G, que puede satisfacer los requisitos de separación de impurezas ferromagnéticas de tan sólo 0,5 mm.
Para conseguir una pureza absoluta, al final del proceso de limpieza se sigue colocando un separador de armario equipado con imanes con una inducción magnética extrema de 18.700 G, que permite separar eficazmente impurezas ferromagnéticas de hasta 1 micra de tamaño.
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