El tambor magnético se compone de un núcleo magnético estático y del revestimiento que gira, con transportadores, en los cuales se captan las impurezas metálicas.
El tambor inferior capta las impurezas metálicas de la cinta transportadora, el material no magnético continúa en la cinta transportadora.
El tambor superior recoge las impurezas metálicas del tambor inferior y las conduce y deposita a un vertedero independiente. Cada tambor dispone de su propio motor y transmisión.
Recogiendo el material entre la cinta transportadora y el tambor magnético, y luego entre ambos tambores, tiene lugar su aireación, lo que ayuda a separar los metales del material pegajoso.
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